Este libro es el testimonio de los terribles años de las grandes purgas de los tiempos de la yezhovschina. Pero es, ante todo, una novela policíaca y una novela de espías: en la primera parte, ubicada en una ciudad fabril de la URSS, son los 170 millones de ciudadanos soviéticos quienes buscan a los enemigos infiltrados entre ellos, espías, saboteadores, trotskistas. Nadie de los jóvenes amigos, miembros del Komsomol, que se han reunido para celebrar la Noche Vieja, sospecha siquiera que en su fábrica, el mismo director adjunto, es un trotskista.