EINSTEIN ÚLTIMO. Los papeles de Fantova
Javier Turrión Berges
265 págs.
La mano delicada de Hanna Fantova (“mi Hanne”, dice Einstein) desvela aquí para la historia, muertos ya de largo ambos protagonistas, a este Einstein último, intimista y accesible, que nos hace confidentes públicos de su apartamiento científico de sus colegas coetáneos (“trabajo para las generaciones venid eras”), de su posición crítica en Prinmceton y frente a la política americana, de sus apreciaciones sobre Russell, Oppenheimer, Bohr o Heisenberg, de su maltrecho estado físico, de su condición fetiche (“me escriben todos los locos”) para judíos, moros y cristianos... Lucidez y temple hechos ahora próximos, tal vez con “descuidada” complicidad.
Su voz, castellana aquí de sílabas, traduce y acompaña, en paralelo, el eco intraducible de su sencilla profundidad.