El Rabino Leo Baeck (1873-1956) es una de las grandes figuras del judaísmo del pasado siglo XX. Tan reconocido, a nivel filosófico, como Hermann Cohen, Franz Rosenzweig o Martin Buber, fue elegido por la comunidad judía alemana como su líder durante el horror de la época nazi. Baeck se negó a abandonar Alemania mientras hubiera un solo judío en el país. Finalmente sería deportado al campo de concentración de Terezín, donde coincidió entre otros con Viktor Frankl y Regina Jonas, primera mujer rabino de la historia y alumna suya.

Tras la liberación, estableció los cimientos del judaísmo actual por el mundo entero. Con su fe en Dios, en el hombre y en su tarea, venció a la barbarie y sembró fe, esperanza y consuelo por donde pasó. Einstein, Herzl, Kafka, Luckner, Eichmann, Geiger, Goebbels, Platón, Spinoza, Hitler, Weizmann, Maimónides, Krasa, Gandhi o Lincoln son algunos de los nombres propios que jalonan el libro a través del hilo conductor de Leo Baeck. Aquí está su vida.